Con un fuerte hincapié en el espíritu democrático de su gobierno, el desafío financiero heredado, así como en los retos que supuso la llegada de la pandemia, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González ofreció en el Congreso local su V Informe de Gobierno.
La única alcaldesa que no asistió fue Laura Beristain Navarrete. También estuvieron Arturo Abreu Marín, Rogelio Giménez Pons y la diputada federal Laura Fernández.
“Estoy convencido de que, si al final de nuestro gobierno la ciudadanía es más protagonista de su propio destino, estaremos dando un gran paso hacia ese cambio estructural, generacional y de bloque histórico que se está gestando con el esfuerzo de todas y todos”, dijo en la primera de tres partes de su discurso.

Cuando habló de los retos durante cinco años de gobierno, señaló impulsar la democracia para enfrentar el autoritarismo; la transparencia, la rendición de cuentas y la aplicación de la ley para luchar contra la corrupción y la impunidad; impulsar la libertad para acabar con la opresión, respetar los derechos humanos y ensanchar con tolerancia los cauces de la crítica social.
“Sigo convencido de que la elección que hizo entonces la ciudadanía con su voto fue el inicio de un cambio estructural”: CJ
Agregó que: “El reto del cambio profundo fue y es de dimensiones insospechadas, que por mucho rebasan los límites de una administración gubernamental”.
Recordó que los grupos políticos, con enorme perversidad, “se habían beneficiado ilegalmente del uso del poder público y pretenden una y otra vez regresar”.
En un recinto controlado por la pandemia, dijo que durante su gobierno trató de cambiar, no de destruir. “Tratamos de sumar cambios, no de dividir. Porque cambiar es convivir con las diversidades sin anularlas”, indicó, pero aclaró que no habría un cambio confiable si permitiera la subsistencia de ámbitos de impunidad y la violación permanente de las leyes, “que no tenían castigo legal ni social”.

Comparó que, no es lo mismo un gobierno bien intencionado que comete errores, que debe corregir y, en su caso sancionar, “que un gobierno malintencionado que comete delitos y quiere vivir en la impunidad”.
Con un tono pausado, dijo que gobernabilidad no es, ni puede ser, sinónimo de impunidad: “Gobernabilidad no es ni puede ser sinónimo de acuerdos oscuros, manipulación política de las instituciones o pactos espurios a espaldas de la sociedad”.
Proceso electorales
Durante su mandato, Quintana Roo atravesó cuatro procesos electorales en los que, ponderó, se han desarrollado con reglas claras, transparentes y en el marco de la legalidad, “sin manipulación de resultados y con la plena libertad de que ganará quien tenga que ganar porque así lo deciden las y los ciudadanos”.
Finanzas
En cuanto a las finanzas, detalló que la deuda pública fue reestructurada con mejores condiciones, “ya que para poder lograr todo lo que hemos hecho, necesitábamos ser un estado financieramente fuerte y sólido”.
Esto, detalló, logró que se redujeran casi 3 mil millones de pesos la deuda heredada que representaba un condicionante para nuestra operatividad financiera.
“Para que tengan una idea de cómo estábamos, por cada peso que ingresaba a nuestras arcas, 85 centavos iban a parar al pago de los servicios de deuda, lo cual frenaba todo proceso de desarrollo en beneficio de nuestro crecimiento”, manifestó.
“El cuidado del equilibrio fiscal, la redistribución de los ingresos, principalmente con base a una inversión pública en educación, salud, seguridad, e infraestructura, han ocupado el centro de nuestra gestión con el fin de lograr un crecimiento estable, sustentable, equitativo, y que nos permitiera afianzar nuestro liderazgo turístico de clase mundial en una mejor calidad de vida para todos”, esgrimió.

Pandemia
Al hacer referencia a la pandemia, calificó que llegó sin discriminación de países, de fronteras de regiones, de personas y mucho menos de clases sociales. “Vino a golpear con más fuerza a los más pobres y vulnerables. A la pandemia no le importó nada”.
Como respuesta, informó que el gobierno respondió con el más grande despliegue logístico de la historia para cumplir con el más sagrado deber de un gobierno: “salvar la vida de sus ciudadanos, mantener las fuentes de trabajo y estar preparados para, cuando se pudiese, arrancar con la recuperación económica”.
Y seguidamente expresó su más sentido pésame y solidaridad a todas y todos los quintanarroenses que han perdido a sus familiares o seres queridos.
En cuanto a infraestructura, fueron invertidos casi 1000 millones de pesos de recursos estatales no programados que permitieron fortalecer y ampliar en tiempo récord, en un 600%, la infraestructura hospitalaria para brindar atención a los enfermos de Covid reconvirtiendo casi 1000 camas.
“Reconstruimos la infraestructura de nuestras ciudades y poblados, carreteras, puentes y caminos luego de los desastres naturales que hemos venido sufriendo año tras año, además enfrentamos la llegada del sargazo”.
Recuperación económica
“De enero a junio de este año, se han creado más de 40 mil nuevos empleos formales que corresponden al sector privado de la economía. Ello ha significado que la tasa de desocupación según INEGI, desde el momento máximo de la pandemia se reduzca del 10.17 por ciento al 6.21 por ciento”, destacó.
Hoy, Quintana Roo tiene un promedio de 500 vuelos diarios en el aeropuerto de Cancún, “gracias a haber actuado como actuamos”. Y añadió que el estado alcanzó el primer lugar en transparencia a nivel nacional.
“En este último año de gobierno que nos queda, no bajaremos los brazos, no es el año de Hidalgo”, cerró casi al final.
“Cumplimos con lo que creemos es el espíritu de la democracia. La honestidad y la transparencia de mis acciones me permite mirar de frente a mi familia y a ustedes”.
Fuente: grupopiramide.com